En México, el 14 de febrero puedes ver a todas las parejas paseando juntas por la ciudad, los restaurantes están a tope y puedes ver gente vendiendo flores, globos, muñecos de peluche y chocolates en cada esquina.
Aquí en Barcelona, todos pasan de esta fecha, aquí tienen su propio día de los enamorados en Sant Jordi, así que esta fecha es solo una más. Pero como buena extrajera, este 14 de febrero, decidí llevarme a Mike a comer a un restaurante muy lindo en Sitges y aprovechando que estábamos ahí, ver el carnaval.
Aquí tengo una GRAN DUDA, en un país con una identidad tan arraigada, ¿por qué quieren pretender que están en Brasil en pleno verano? Veo los carros alegóricos pasar, con cientos de niños vestidos como si estuviéramos a 40 grados. Simplemente no lo entiendo.
Otra experiencia memorable de este día fue la guerra de caramelos en Badalona. El año pasado, me quedé con ganas de ir, pero este año no sería así. Es una extraña tradición en la que distintas bandas pasan por las calles de la ciudad bailando, tocando música y lanzando dulces, toda una experiencia para cualquier persona que esté por aquí en estas fechas.